El Salvador ha enfrentado grandes desafíos ambientales, como la deforestación y la contaminación de sus ríos. En respuesta, ha impulsado iniciativas hacia la sustentabilidad. Destaca el desarrollo de la energía geotérmica, aprovechando su actividad volcánica para generar electricidad limpia y reducir la dependencia de combustibles fósiles. También ha implementado proyectos de reforestación para restaurar bosques y proteger cuencas hídricas. A nivel comunitario, se fomenta la educación ambiental y el reciclaje, promoviendo prácticas responsables. Aunque queda mucho por hacer, El Salvador avanza con resiliencia hacia un futuro sostenible.